Cuento para niños Thirsty Crow , dibujo, pintura y discos
El Thirsty Crow
Había una vez un cuervo. Una tarde calurosa de verano tuvo mucha sed y voló de aquí para allá en busca de agua. Pero no pudo encontrar agua por ninguna parte.
Ahora se cansó. Le resultaba casi imposible volar más. Decidió descansar un poco en un árbol. Encontró un árbol cerca. Voló hacia allí y se posó en una rama.
Después de descansar un poco, el cuervo volvió a volar en busca de agua. Por suerte encontró una gran vasija de cristal cerca de un pueblo. Tenía alguna esperanza de encontrar agua. Voló hacia la olla.
Cuando miró dentro de la olla, encontró un poco de agua dentro. Se puso muy feliz. Puso su pico en la olla para beber agua pero no pudo beberla porque el nivel del agua estaba bastante bajo. Lo intentó una y otra vez pero fue en vano.
Miró aquí y allá. Encontró algunos guijarros cerca. Pensó en un plan. Pensó: “Debería echar algunas piedritas en la olla. Los guijarros se asentarán en el fondo de la maceta. El nivel del agua aumentará y podré beberla”.
Cogió una piedra y la arrojó a la olla. El agua subió un poco. Entonces arrojó más piedras. El nivel del agua subió un poco más. Siguió tirando piedras hasta que el nivel del agua subió.
Ahora el nivel del agua en la olla subió lo suficiente como para que pudiera beber. Bebió el agua. Ahora su sed quedó satisfecha. Se puso feliz y se fue volando.
La moraleja de la historia es que si alguien se esfuerza, definitivamente encontrará una solución a su problema.
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